Mejorar la concentración supone hacer un gran esfuerzo, pero un esfuerzo consciente. Dicho esfuerzo nos puede ayudar a involucrarnos en el proceso de comprensión. Es decir, a aceptar la información que recibimos, desciframos o leemos. Es por lo tanto una habilidad compleja que va más allá de atender. Para autores de renombre como Daniel Goleman, la concentración es incluso más importante que la inteligencia. Y hablamos de un escritor que ha pasado toda su vida estudiando las inteligencias múltiples.
La capacidad de concentración es inversamente proporcional al tiempo que dedicamos a cada tarea. Es por eso que las personas que han trabajado esta habilidad pierden menos tiempo y son más eficientes. Pueden también cambiar de temática con más agilidad. Y es que aunque tengamos diferentes objetivos no hay otra forma de alcanzarlos que de uno en uno. También Clausewitz decía que para ganar es mejor concentrar toda la fuerza sobre un solo punto del enemigo. Dicho de otra forma, enfocar nuestras capacidades en un único objetivo.
Tanto estudiantes como trabajadores debemos saber lidiar con diferentes tareas cada día. La organización y resolución de cada una de ellas definirá nuestra valía. Pero tareas como estudiar un temario supone un ejercicio intelectual complejo. Posiblemente, la importancia que otorguemos a esa tarea equivaldrá a nuestro grado de compromiso con ella. No obstante, un mayor o menor interés no nos hará más o menos hábiles. Por eso será necesario un hábito o una educación del hábito previos.
Como en otras tantas habilidades aquí la práctica también será importante si queremos mejorar. Asimismo, conseguir una buena concentración supondrá recordar mejor y tener una memoria más fluida. Además nos evitará distracciones externas o internas que nos hagan perder tiempo. Estos consejos te ayudarán a mejorar:
Estas estrategias te ayudarán a mejorar tu concentración, pero también tendrás que hacer una buena lectura comprensiva. Otra de las habilidades que sin duda mejoran cuando se trabajan ¿empezamos?